jueves, 6 de marzo de 2014

UNA PELÍCULA EN BESOS

No pensaríais que iba a dejar de escribir después de lo que dije en mi última entrada... Lo que no me mata me hace más fuerte como dice la canción. 

Así que con un par de tacones que diría mi amiga, os traigo una poesía, que creo que es bastante pasional. Con besos de película de esos que te cortan la respiración. Un beso apasionado que te encantaría recibir, en una playa, a la luz de la luna, bajo la lluvia o bajo la manta en el sofá. ¡Oh el amor, la pasión, el romanticismo! Hay que reavivarlo, como esa cerveza que se quedó sin apenas espuma, ¡agítala! Podrías sorprenderte, renace con fuerzas renovadas y es capaz de salpicarte como el champán agitado de un campeón en su podio.

Dejaos llevar, soñad con Burt Lancaster con su cuerpo de trapecista o con quien os de la gana. Espero que os guste.

UNA PELÍCULA EN BESOS

Quiero un beso de película, que dé envidia al que nos vea.
Un beso salado de mar de aquí a la eternidad
de locura inconfesable oculta entre las olas
que me arrastra y me golpea contra las rocas de tu deseo.

Quiero un beso de película, que enmudezca al que nos vea.
Un beso cálido de caldera en la popa de un carguero
abandonado y desnudo en alta mar lleno
de pasión encendida a la deriva.

Quiero un beso de película, que soliviante al que nos vea.
Un beso de mordisco sangrante y remordimiento
prohibido anunciado como un letrero luminoso
con tus luces de neón a pleno rendimiento.

Quiero un beso de película, que acelere al que nos vea.
Un beso de estrella de Hollywood tan ficticio como la vida
envuelta en crespones de lujuria y desenfreno
con el amor llamando al timbre de tu corazón.

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